viernes, 27 de marzo de 2015

La virgen que lloró seis días

En Valparaíso, sobre uno de los muros de adobe tendido de la Iglesia Matriz de Jesucristo "El Salvador" o "Iglesia La Matriz del Salvador" como se le conoce, colgaba una pequeña tela con marco de plata que representaba el sagrado rostro de la "Virgen de la Aurora". Según cuenta la tradición, la bellísima pintura de la Madre de Jesús, lloró durante seis días con motivo del terremoto que azotó al Puerto en 1822. Gracias a la leyenda, se ha preservado su historia.



Cuentan que durante los días comprendidos entre el 19 y 25 de Noviembre de 1822, la imagen de la VIRGEN DE LA AURORA fue motivo de un extraño acontecimiento. Una tarde, una devota de la Virgen acudió hasta el pequeño retrato para rogarle por el término de tanto sismo y tanta desgracia, al elevar su mirada al rostro de "María" observó que por sus mejillas comenzaban a rodar dos puras y reales lágrimas. Desde ese momento comenzó el llanto de la imagen. Muchas fueron las lágrimas que presenciaron los feligreses de la Iglesia causando su asombro y el de los sacerdotes que acudieron a constatar el hecho.
Comenzaron a formularse numerosas interpretaciones en la turbada mente del pueblo. Los más devotos vieron en las lágrimas de la Virgen, un llamado a la penitencia y a la oración o una clara expresión de dolor por parte del cielo ante los desgraciados movimientos telúricos.
Los porteños abundaron en ofrendas en devoción a la Virgen. A tales excesos llegó el cariño que le manifestaba la población que el pequeño marco de plata con la pintura debió ser trasladado a la oficina del señor cura para su mayor protección.
Hoy en día, la imagen de la Madre de "El Salvador": la VIRGEN DE LA AURORA, se guarda en la oficina del Cura Párroco, casi olvidada, a más de 150 años del extraño acontecimiento que la hiciera llorar durante seis días y que la trajera al primer plano de la noticia.


                                                                       Fuente: Relatos y leyendas de Valparaíso

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