En
Valparaíso, sobre uno de los muros de adobe tendido de la Iglesia Matriz de
Jesucristo "El Salvador" o "Iglesia La Matriz del
Salvador" como se le conoce, colgaba una pequeña tela con marco de plata
que representaba el sagrado rostro de la "Virgen de la Aurora".
Según cuenta la tradición, la bellísima pintura de la Madre de Jesús, lloró
durante seis días con motivo del terremoto que azotó al Puerto en 1822.
Gracias a la leyenda, se ha preservado su historia.
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![VA AL PARAISO](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiITYjE-nsNvPUWn1jCdA7wkVvLnC3wkHqVai6R_vUbwJ4mnVdXfpg4Vo2rBnivOWDymNO6I4RQP6NqFyKhGFCevrhAAl3uLVn8gP7rk7yrFBdIY_vYBGjwFVKSAFD7RE3GenhN5P2pH5o/s1600/VA+AL+PARAISO.png)
Queda apenas un gemido, una tenue luz en la leyenda, inmóvil, como una grieta en el mármol, con su fortuna que aún resiste, cargando sus heridas, flaqueando sin soltura, en la ventolera sur, a su negado azar, hacia la escala que desciende. Es el olvido socavando la sortija, y la autoridad con aires de desidia. Es el patrimonio que reclama un gesto, una mirada soslayada, a la ciudad sempiterna que agoniza, es otra noche de luto recostada en la bahía. (Santiago Alonso, agosto 2004)
viernes, 27 de marzo de 2015
La virgen que lloró seis días
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