VALPARAISO PANORAMICO - Valparaiso, junio de 1924
Algunos aspectos historicos, politicos y administrativos de Valparaiso, a contar desde la lndependencia,
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Estudio escrito especialmente como introducción para el "Album Panoramico Valparaiso", editado con motivo del arribo de la nave "ltalia".
Nos proponemos consignar en síntesis compendiada y con breves consideraciones que sugieren 1os hechos, algunas noticias generales, ya históricas, ya políticas, como administrativas, sociales y estadísticas, sobre Valparaiso, capital de la provincia de su nombre, la segunda ciudad de Chile y el puerto más importante de toda la costa del Pacífico desde el extremo Sur hasta San Francisco de California.
Si tuviésemos que valernos de un solo rasgo, tratándose de la característica primaria y comercial de Valparaiso, que abarque su vida histórica antigua y moderna, tan pobre y dilatada la primera como breve y pujante la segunda, diríamos que Valparaiso es la hija predilecta de la República; porque su transformación, progreso y desarrollo, datan exclusivamente de la era republicana.
Valparaiso constituye el ejemplo mis elocuente del poderoso y benéfico influjo que ejercen en la suerte de los pueblos las instituciones liberales, la paz, el orden, el firme comercio con todas las naciones de la tierra y la civilización y la cultura que son su consecuencia. Valparaiso, como ninguna otra ciudad de Chile, es un producto de la República.
Antiguamente, o dicho con más propiedad, en el periodo colonial, era el Callao el puerto que hacia sentir su incontrarrestable influencia desde San Francisco de California por el Norte hasta Chiloé por el Sur, el lejano archipiélago que también dependía administrativamente del Perú.
Siglo y medio antes de que alumbrara en nuestro horizonte el glorioso año de 1810, el Callao, como puerto y fortaleza tenía una superioridad no discutida por lo enorme. Con el titulo de ciudad desde 1671, cuando Valparaiso era un villorrio miserable; en el terremoto que arruinó al Callao el 28 de Octubre de 1746 perecieron envueltas entre las olas más de cinco mil personas. Ya podrá juzgarse de la importancia de la población por el solo dato.
Ahora, la población de Valparaiso en 1810, era apenas de cinco mil almas, es decir, no alcanzaba en total ni al solo número de víctimas que sesenta años antes había tenido el Callao en una noche de horrible memoria.
Toda aquella grandeza como puerto comercial y como plaza de guerra, estaba constituida, sin embargo, sobre privilegios que importaban una verdadera expoliación. El cambio de régimen traería la libertad de comercio; y de ahi que los traficantes del Perú no se hallasen dispuestos a favorecer, lo mismo que otras clases del país, Ia adopción del régimen por que luchaban los patriotas y que Chile tuvo que llevar al Perú en los reflejos de las bayonetas de la memorable Expedición Libertadora.
Esa expedición de 1820, con San Martín y Lord Cochrane a la cabeza, salió de Valparaiso, que ya comenzaba su transformación vigorosa, a la sombra de las nuevas instituciones. El régimen colonial, restrictivo y exclusivista, detuvo el desarrollo de Valparaiso para dárselo al Callao, hijo del monopolio. Dentro del pais, todavia, la importancia de Valparaiso era inferior a Concepción, la capital del Sur y a La Serena, centro de la actividad del Norte. La Gobernación de Valdivia, también era de un rango superior. Los diez años siguientes a la proclamation de la independencia, bastaron para hacer del pobre y raquítico caserío un pequeño emporio abierto a las banderas de todas las naciones del mundo. Valparaiso no necesitaba de privilegios para transformarse y surgir: solo necesitaba de las brisas tonificantes de la libertad.
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Durante toda la Colonia figura simplemente como el puerto de Santiago, sin orgullosa y aristocrática metrópoli. Fue esa misma la denominación usada por el muy ilustre Don Pedro de Valdivia en el poder que confirió aquí al almirante genovés Pastene el 3 de Septiembre de 1544, cuando dijo textualmente: ¨y ahora de nuevo nombro y señalo este puerto de Valparaiso para el trato de esta tierra y ciudad de Santiago. . . ¨ Valparaiso era, pues una dependencia de Santiago y bajando en categoría hasta fui, en el siglo XVI una dependencia de Quillota, cuyo corregidor debía trasladarse en su mula a dar el permiso correspondiente cada vez que algún capitán de buque lo necesitaba para seguir hasta Arica o el Callao, únicos puertos abiertos entonces por la autoridad real, en beneficio de un comercio que lo formaban exclusivamente el trigo, el charqui y el sebo. El Perú introducía cada año en Valparaiso cerca de 80.000 arrobas de azúcar que se vendían a razón de dos pesos seis reales y hasta cuatro y más pesos cuando el temor a las naves enemigas paralizaba los viajes. Era este el más importante de los artículos de esa importación: en pos de el venían los tejidos ordinarios de algodón o de lana, el arroz y el cacao y por último el tabaco comprado por el Tesoro real para surtir las oficinas del estanco. El comercio entre Chile y el Perú se hacían por medio de unos veinte y cinco o treinta buques pertenecientes en su totalidad a los armadores del Callao. Y como estos armadores peruanos eran también compradores de los artículos de Chile, ejercían una especie de monopolio, imponiéndoles un precio tan bajo que no dejaba sino muy reducida utilidad, a los productores chilenos.
Toda esta situación de vejamen e injusticia desaparecería junto con proclamarse la libertad de comercio; así como desaparecería con la independencia la mayor ignominia de nuestro mercado local. Nos referimos al tránsito de esclavos africanos. Porque Valparaiso era el asiento de un vasto comercio de negros traídos del África, por la vía de Buenos Aires destinados al Perú. Los negros se vendían en Valparaiso al precio corriente de cuatrocientos pesos por cabeza y eran llevados a su destino, el Perú, en la bodega de los buques, amarrados o con cadenas, para evitar que se sublevasen, En Chile, con lo barato de los jornales, tampoco convenía servirse de estos negros esclavos; de modo que una razón económica obraba más fuertemente que todas las razones de humanidad.
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El florecimiento iniciado en 1811 con la declaración de la libertad de comercio, no vino a tomar vuelo sino después de la victoria de Chacabuco. Desde Octubre de 1818 hasta mediados de 1822 se despacharon por la Aduana de Valparaiso más de trescientos buques, la mayor parte de los cuales habían llegado con carga de mercaderías extranjeras para regresar con frutos del país. Y las entradas de este ramo, que en 1809 produjeron muy poco más de veinte mil pesos, alcanzaron en el año de 1817 a $ 260.000 En 1826 se recaudaron por la Aduana. de Valparaiso ochocientos mil pesos y en 1811, en víspera de ser declarado el puerto de Valparaiso la capital de una provincia, un millón y medio, cantidades todas que deben entenderse en oro de 48 peniques.
Cuatro años antes de esta u!tima fecha, consignamos aquí el hecho por su alto significado internacional, habían llegado inesperadamente a nuestra bahía el buque ¨Santa Susana¨, que enarbolaba la bandera española. En apuros viose por momentos el Gobernador de Valparaiso don Victorino Garrido, porque subsistía aún el entredicho de la guerra de la Independencia. La Santa Susana, era el primer buque español que se veía por acá desde la liquidación de la guerra. Pero, consultado el caso a Santiago, se le contestó al Gobernador que recibiese el buque en libre plática, como el de todas Ias naciones amigas.
Respecto de Ia población, los cinco mil habitantes de 1810 se habían transformado en más de 40.000 al ser ungido Valparaiso como cabecera de una provincia, la más pequeña en extensión de todas las de nuestro territorio; pero con rasgos y particularidades que la distinguían honrosamente entre todas, como más adelante expondremos.
La creación de esta provincia es también buena prueba de que Valparaiso ha tenido que gastar no pocos esfuerzos ante los poderes públicos para obtener ciertos derechos elementales, invocados en nombre de la región. Cuando hemos dicho que Valparaiso es la hija predilecta de la República no queremos decir, porque eso sería contrario a la verdad, que Valparaiso haya disfrutado o disfrute de regalías fiscales en ayuda de su progreso.