Valparaiso contó con un coliseo de gallos, construido en las inmediaciones del Castillo de San Antonio en 1791, por el comerciante don Loreto Hinojosa. Se cobraba un real en peso por la entrada y, según una diligencia de fecha 24 de diciembre, que inserta el historiador de esa ciudad Roberto Hernández, aquel rancho ochavado, con techo de paja, tenía una gradilla para los asientos, su claraboya para la luz, y su tambor para los gladiadores, todo lo cual, concluido el privilegio de Hinojosa que era por dos años, tomolo el Cabildo, por su cuenta.
En octubre de 1794 se presentó un pedimento de don Antonio Dimas para un nuevo remate, y el 7 de julio de 1796 el Cabildo acordó proceder a una subasta pública del local.
Fuente de información: Juegos y alegrías coloniales en Chile. Eugenio Pereira Salas
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